miércoles, 22 de diciembre de 2010

ALMA


ALMA

No te das cuenta que ya he visto tu alma
Tu sonrisa, tus labios la delatan,
Cuando miro tus ojos y reflejan la calma
De una vida llena de amor.

No te celo, los celos matan,
Mejor te regalo mi confianza
Es lo mejor que te puedo dar
Esa es la mejor alianza.

jueves, 9 de diciembre de 2010

AMIGA MÍA




AMIGA MÍA.
Quiero ir contigo de la mano recorriendo los caminos
Quiero ir contigo aunque sea al fin del mundo
Lo importante no es a donde
Si no que que la vida nos lleve por los mismos senderos…

El amor se demuestra de muchas maneras
A veces no se pueden compartir todos los momentos
Pero si algunos ideales, algunos pensamientos.

Yo te pienso, tú me piensas
Al cerrar los ojos nos observamos,
Nos queremos, nos besamos
Aunque no estemos juntos,
Aunque no estemos…

Escuchar tu voz,
Recordar tus gestos
Sentir tus labios con los míos
Aunque en realidad
Nunca se han tocado…

Amo tus abrazos, tus caricias
Mismos que tan solo me has dado
Con palabras escritas
Cuando me dices “Te quiero amigo mío”
Cuando te digo “Te quiero amiga mía”…

martes, 7 de diciembre de 2010

TE QUIERO


Les comparto una de mis poesías en prosa.

TE QUIERO
Donde menos lo pienso, donde menos lo espero. Ahí estás, para recordarme cuanto te quiero. No se porqué me sigues a cada instante, paso a paso ahí te veo. Entre las hojas de los árboles, entre las piedras del suelo. Si volteo al cielo, tus ojos me miran y si bebo el agua, me tomo tu aliento. Cuando siento un abrazo, que pienso que es tuyo, es tan sólo el viento.
Aunque te encuentres cerca, se que estás muy lejos. Cuando quiero abrazarte y tenerte en mis manos se que no puedo.
Ni modo. Hay cosas que no se pueden. Que no se deben, aunque mucho se deseen. Sin embargo, tus ojos, tus labios, tus piernas y brazos y ¿Porqué no? Tus besos y abrazos, son míos, enteramente míos, cuando cierro los ojos y los siento. No físicamente, es cierto, pero si en mi mente y lo más importante, en mi corazón…

sábado, 27 de noviembre de 2010

QUIERO DARTE UN VERSO


Quiero darte un verso
Cuando estás presente
Y también cuando estás ausente…

Quiero darte un verso en el oido
Y que haga ese recorrido
Que te llene los sentidos
Y que llegue hasta tu boca…

Quiero darte un verso
Cuando al cerrar tú los ojos
Sientas que te toca el alma
Y que el cuerpo te provoca…

Simplemente quiero darte un verso
Hecho con pasión
Y con sentimiento
Quiero darte un verso en la boca…

Carlos Calderón Cardoso

viernes, 26 de noviembre de 2010

MONÓLOGO INCONFESABLE



Sueño contigo, ya sea dormido o despierto
Es algo que jamás podré contarte o decirte
[¡Suspiro!] Cómo desearía que supieras esto…

Hay razones que no se declaran,
por miedo a lo que pueda pasar
cosas que te guardas para ti
sentimientos atrapados

Quizá nuestros caminos jamás debieron cruzarse
Pero que bueno que lo hicieron.
Aunque no pueda confesarme…
Y mi corazón sea mudo testigo
Doy las gracias al cielo
Por haberte conocido.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

TU VOZ




Cuando escucho tu voz
Mi cuerpo siente,
Y mi piel trémula y viva
Se estremece.

Es como escuchar lo más querido
El canto del pájaro apreciado
El riachuelo que en calma te adormece
O el viento que te llena los sentidos…

Es el sonido que provoca
La flor que te alegra en primavera
El éxtasis que emana de tus labios
Llenando de colores lo que toca.

En ti
Hasta una mala palabra cobra sentido
Y se escucha como si de alabanzas se tratara
Creo
-Y no tengo duda alguna-
Que me he enamorado…

De tu risa…
De tus labios…
De tu boca…
Y de esa voz que tanto me provoca.

viernes, 12 de noviembre de 2010

ERES MÍA




Te veo en todas partes
Tu todo inunda mi mente
Entre el bullicio del día,
Entre las oscuridad de la tarde

Te veo cuando llegas
Y cuando no estás presente
En el frío de la mañana
o abrazando mis sábanas por la noche

y aunque no estés, yo te siento
y beso tu rostro invisible
recordando tus labios perfectos
que en mi mente ya son eternos.

Toco tu cabello recién bañado
Siento la tibieza de tus mejillas
Huelo el perfume de tu cuello
Y junto tus manos con las mías.

¿Eres un sueño o eres real?
Eres el sueño en las mañanas
Y eres real por las noches.

Porque cuando en realidad estás presente
No me perteneces,
Pero en la soledad de mi mente
Eres tan solo mía…

miércoles, 8 de septiembre de 2010

UN TIGRE SIN RAYAS





En la década de los sesenta, uno de los defensas más carismáticos, viriles y con unas agallas para pelear el esférico como pocos lo era Guillermo Sepúlveda. Como su apodo bien lo decía, Sepúlveda era un verdadero “Tigre” que, por las buenas o por las malas, impedía los avances enemigos.

Inició su carrera en el Atlas, pero sin duda sus mejores momentos los vivió con el Guadalajara, equipo con el que fue campeonísimo ganando varios títulos de liga. Seleccionado nacional en múltiples ocasiones, asistió a las copas del mundo de 1958 y 1962. Hacia 1966, ya con el equipo Jabatos de Nuevo León, Sepúlveda era el capitán de la selección y estaba a punto de jugar su tercera copa del mundo, pero algo ocurrió el 12 de junio de 1966 que cambió su vida para siempre.

México jugaría ese día contra el Totthenham Hotspurs en el recién inaugurado estadio Azteca. El técnico Ignacio Trelles comenzó a leer la lista de los que saltarían al campo. Los seleccionados sabían que los únicos seguros eran, como siempre, “La Tota” Carbajal, Isidoro Díaz y “El Tigre” Sepúlveda. Trelles gritaba el nombre y el indicado a su vez respondía ¡listo!.

Comenzó el rito: ¡Carbajal!.. ¡listo!., ¡Chaires!.. ¡listo!, Del Muro.. ¡listo!, cuando Trelles anunció el nombre del segundo defensa central el “Tigre” Sepúlveda se quedo helado, ¡Núñez!.. ¡listo!...

Tras una larga preparación, en el último partido en canchas mexicanas antes de partir rumbo al continente europeo, Sepúlveda ni siquiera era nombrado. No pocos fueron los que voltearon a ver el semblante del “Tigre”, quien no sabía que pasaba. Esperando a que Trelles acabara con la lista para preguntarle, de pronto vio que se acercaba el máximo dirigente del futbol mexicano, Guillermo Cañedo y el jefe de la delegación mexicana Felipe Zetter.

El presidente de la Federación Mexicana de Futbol se paró a unos metros del grupo, y con la mano le dijo a Sepúlveda que se acercara. Alzando la voz, para que todos escucharan, le dijo: “Agarra tus cosas y te me vas a la chingada. Aquí no queremos lidercillos que vengan a desestabilizar al grupo, pasa por tu liquidación porque tú a la selección no vuelves y ten mucho cuidado con esa bocota, porque hasta lo poco que te queda de carrera se te acaba”

Y dándose la media vuelta, Cañedo y Zetter se fueron como habían llegado.

Esta historia comenzó meses atrás, cuando en una concentración del tricolor, Sepúlveda –junto con otros jugadores- propuso que formaran la asociación de futbolistas para lograr ciertas canonjías, como lo son mejores sueldos y trato más justo a los futbolistas. Sepúlveda se puso en contacto con los líderes de los gremios de Uruguay, Argentina y algunos europeos, para saber como funcionaban. Dio su informe y formaron una comisión que sentaría las bases de lo que sería la asociación mexicana de futbolistas profesionales. Tenían planeado que antes del viaje a Europa se reunirían con los dirigentes para hacerles saber sus demandas, entre las que destacaban partidos a beneficio de jugadores ya retirados y que tenían una situación económica no muy estable. El primer partido a beneficio, sería para Juan “Bigotón” Jasso, ex capitán de chivas. En la comisión, destacaban como presidente el mismo Sepílveda, como secrertario Jesús Del Muro y como tesorero “La Tota” carbajal. Tres pesos pesados de la selección. Aquella reunión secreta, permanecería así por juramento. Nadie de los que tomaron parte diría nada hasta que la comisión entablara pláticas directas con directivos y periodistas…

Sepúlveda tomó sus cosas y se fue a los vestidores, para recoger su maletin y sus vendas. Tras de él aparecieron Carbajal, Del Muro y los demás seleccionados, salvo Ignacio Trelles que comprendió que no era momento para meterse en algo que le era ajeno. Molesto, Carbajal dijo que lo apoyaban y que estaban dispuestos a parar. Sepúlveda lo contuvo. “No mi Tota, si fueramos todos, pero ya ve que no es así…”

En el vestidor, ante todos, Sepúlveda anunció su separación del plantel, pero pidió que como hombrecitos, el soplón diera la cara. “-yo fui- dijo José Luis “La Calaca” González.

Sepúlveda tuvo ganas de golpearlo, pero apretando el puño soltó una maldición y se retiró del lugar, mientras que del resto, unos apoyaron al “Tigre” y otros, se fueron del otro lado con González. Era una selección dividida, pero desgraciadamente, casi todos pensaban como “La Calaca”, sentían que meterse en broncas les significaría estar fuera de la selección y lo que ellos anhelaban era jugar un mundial de futbol.

Extrañamente, los líderes del grupo, los que intentaban reivindicar la labor de los futbolistas fueron requeridos muy poco en el Mundial de Inglaterra. Carbajal, antes indiscutible del tricolor, sólo actuó en el último partido contra Uruguay, cuando ya la selección mexicana estaba eliminada. Jesús Del Muro, tan solo jugó ante Inglaterra, cuando era considerado el hombre de hierro de la defensiva mexicana y Sepúlveda, en el mejor momento de su carrera, ni siquiera fue convocado para ocupar un lugar entre los 22 jugadores que asistieron al Mundial de 1966.

Al Tigre lo humillaron, pero jamás perdió su dignidad, esa sí que la tenía bien puesta…

martes, 10 de agosto de 2010

“EL BOBO” MADRIGAL




Gustaba de tomar los sábados por la noche en una cantina del centro de Pachuca, de ahí, se iba al burdel de unas prostitutas amigas suyas y el domingo por la mañana, luego de curársela, directamente, con “sus amigas”, en un carromato, llegaba al estadio Revolución en donde era una de las estrellas principales del equipo tuzo.

Alfonso “El Bobo” Madrigal, nacido por cierto en Tepito, en la ciudad de México, era un jugador diferente. Su físico no parecía el de un futbolista: regordete, chaparro y de extremidades cortas, pero esto era engañoso; pegaba bien con ambas piernas, era corrioso, siempre luchaba el balón y tenía técnica, pero gustaba demasiado de la vida licenciosa y si no es porque los aficionados lo idolatraban, los directivos lo amaban y sus pases y goles eran muy necesarios en un conjunto carente de buenos futbolistas en aquellos años, varios directores técnicos lo hubieran corrido con gusto.

Madrigal jugó toda su carrera para el Pachuca, debutó el 3 de julio de 1966 y se retiró el 10 de noviembre de 1977. Casi siempre en segunda división, por lo que son pocas las imágenes que la televisión rescató de este singular elemento.

Era tal su carisma, que existía una porra que se dedicaba exclusivamente a lanzarle vítores cada vez que tomaba el esférico y realizaba una de sus acostumbradas escapadas. Otra porra, instalada en la cabecera de sombra, estaba compuesta por prostitutas, sí, las mismas que cada partido lo acompañaban y que pedían con gritos que el famoso “Bobo” entrara al terreno de juego, ya que por su estado, casi siempre crudo, no acostumbraba a jugar los 90 minutos.

Sin embargo, su vida bohemia terminó cobrándole factura. Alfonso Madrigal, murió el 16 de enero de 1980 cuando apenas contaba con 33 años, mientras festejaba un triunfo de su amado Pachuca.

martes, 3 de agosto de 2010

MAPA DE JUGADAS HISTÓRICAS DEL FÚTBOL



Que te parecería seguir a través de un gráfico los momentos más memorabls del fútbol mundial. Parece ocioso, pero aquí está desde el casi gol de Pelé en el Mundial de 1970 y el llamado mejor gol en la historia de los Mundiales anotado por Maradona a los ingleses hasta el de Hugo Sánchez con el equipo resto del Mundo en 1978, pasando por golazos como los de Zidane, Ronaldo, Ronaldinho, Branco, Roger Milla, Messi o Cristiano Ronaldo y acontecimientos diversos como el cabezazo de Zidane, el portero Rojas fingiendo que fue golpeado por una bengala o la caída de la camilla de John Jones.
Las mejores jugadas en un mapa gráfico muy futbolístico que fue realizado por BandSport de Brasil. Interesante, novedoso y que resulta una curiosidad para quienes gustamos de este deporte.

domingo, 1 de agosto de 2010

EL CINE MEXICANO Y EL FÚTBOL



El origen del cinematógrafo en México se remonta a 1896, año en el que arribó a estas tierras y quedó plasmado en un corto que mostraba al Presidente Porfirio Díaz montando a caballo.
Curiosamente el fútbol llegó ese mismo año, cuando una decena de balones de cuero hicieron su aparición en algunos colegios maristas de la capital.
Siendo el cine y el fútbol dos industrias de alta penetración social, resulta interesante que el tema del balompié pocas veces ha sido tocado o explotado en la pantalla grande.
De igual forma resulta curioso que el boxeo y la lucha libre aún con menor alcance que el fútbol alcanzaron mayor éxito y fueron más socorridos por la industria del cine. Tal vez por tratarse de personajes únicos y no grupales lograron la idolatría entre la sociedad, mientras que el fútbol al ser un deporte de grupo no cumplió con esa función.
Si tomamos en cuenta que en México se han realizado más de 150 películas de lucha y box por apenas un puñado dedicadas al deporte de las patadas, podemos darnos cuenta que aunque el seguimiento deportivo hacia fútbol es infinitamente mayor, no lo es en cuanto al gusto por verlo en una sala ciematográfica.
Sin embargo, no deja de ser interesante el hacer un recuento de las películas que sobre este deporte se han realizado en nuestro país.
-1944: Los Hijos de don Venancio. Tal vez la de mayor aceptación por ser la primera y porque el gran ídolo de la época Horacio Casarín era el protagonista.
-1946: Los nietos de don Venancio. Ante el éxito de la primera, se realizó esta secuela sin mucha fortuna. Casarín salía muy poco y el fútbol apenas y se toca. Se rescatan las imágenes del partido de homenaje a Martín Vantolrá.
-1964: Las Chivas Rayadas. Sirvió de homenaje y al mismo tiempo se valió del fenómeno que significaba el Guadalajara ya campeonísimo. Es grato ver a jugadores como Salvador “Chava” Reyes e Ignacio “El Cuate” Calderón.
-1964: Los fenómenos del fútbol. Secuela de la anterior, pero a diferencia de la primera, ésta apenas y duró una semana en cartelera. No tuvo éxito alguno.
-1966: Tirando a gol. Una película que tuvo como pretexto el clásico de clásicos. Trata de la rivalidad y amor entre una porrista de las chivas (Lola Beltrán) y uno del américa (David Reynoso). Vale la pena ver a jugadores del América como Zague padre, Fragoso y Arlindo y de las chivas Valdivia y los infaltables Chava Reyes y Calderón.
-1967: El Pícaro. Es la primer historia en donde el protagonista principal es un portero. Éste tenía la virtud de contar con unos guantes mágicos que le ayudaban a detenerlo todo y a conseguir a las muchachas que quisiera. Como cosa curiosa, el personaje principal le fue dado a un actor nativo del país menos futbolero de América: Venezuela.
-1970: Fútbol México 70. Es un documental sobre el Mundial pero con trama de ficción para lograr atrapar a los espectadores. Trata sobre un niño que quiere ver un partido de la Copa del Mundo en el Azteca. Vale la pena por todos los instantes de fútbol que se presentan.
-1979: El Futbolista Fenómeno. Fin de la zaga deportiva de Adalberto Martínez “Resortes” que tras sus éxitos con el beisbolista fenómeno, el luchador fenómeno y el aviador fenómeno, no podía faltar el futbolista. El equipo protagonista es el Toluca, en donde podemos ver al gran Ángel Fernández narrando y a jugadores de época como Walter Gassire, “El Morri” Ruiz y Héctor Hugo Eugui.
-1979: El Chanfle. Película de humor blanco realizada por Chespirito que trata sobre el América y que sin utilizar a jugadores del primer equipo, hace parodia de emblemáticos como Borja o del entrenador Nacho Trelles.
-1982: El Chanfle II. A diferencia de la anterior trata sobre un balón, pero no sobre lo que ocurre en el tereno de juego. Si bien la primera parte tuvo un éxito relativo, esta pasó prácticamente de noche.
-1986: Chido Guan. El Tacos de Oro. Aprovechando el Mundial en México se trató de hacer una película que retratara el fútbol y la cultura popular. El fútbol y los barrios marginales. El fútbol y lo negro de los directivos. Nominada a 5 Arieles, lamentablemente apenas y estuvo dos semanas en cartelera y en pocos cines. El director es Alfonso Arau y su entonces esposa Laura Esquivel (Como Agua para Chocolate) tuvo que ver con el guión. Es de lo más rescatable en cuanto a cine y fútbol en México.
-1989: Futbol de alcoba. Ya en franca decadencia del cine mexicano surgió esta película que mezcla albures, machismo y mujeres y que tiene como tema para llamar la atención al fútbol. Trata de un equipo femenil que es bueno pero en la cama… Sin mayores comentarios.
-1989: El Pichichi del Barrio. Zaga de la anterior, ambas protagonizadas por Rafael Inclán en el peor de sus momentos y que aprovecha el éxito de Hugo Sánchez.
-2001: Atlético San Pancho. Tratando de rescatar el cine familiar ligado con el deporte más visto en el mundo, surge esta película que trata sobre un equipo de niños. Se da la aparición de jugadores como Alex Aguinaga y Octavio Becerril, pero finalmente no fue un producto bien logrado tal y como se pretendía, ya que en un principio se pensaba hacer cuando menos una trilogía.
-2005: 7 Días. una película, producida y dirigida por regiomontanos (Fernando Kalife es el director). Entre algunos actores que participan están Martha Higareda, Jaime Camil y Julio Bracho además de actores locales; pero la trama inicia a raíz de una arriesgada apuesta del protagonista a favor del Monterrey en una supuesta final de liga frente al América. Hay imágenes de un partido entre ambos equipos, se escucha la narración de Enrique Bermúdez y los comentarios de Mario Castillejos. Dos jugadores en específico son abordados durante el encuentro: Cuauhtémoc Blanco y el Cabrito Arellano, aunque el tema central no es el fútbol si no un concierto de U2 y las apuestas. Muy bien lograda es de lo mejor que tenemos, aunque repito, el fútbol es tan sólo un pretexto.

-2008: Rudo y Cursi. Una película del cineasta Carlos Cuarón protagonizada por Gael García y Diego Luna que muestra la mafia en el fútbol, algunos la catalogan como una anti sport movie. Trata de dos hermanos luchando entre ellos por alcanzar un lugar en el fútbol profesional.
Si bien en otras partes del mundo el fútbol y el cine sí han logrado salir adelante, tan sólo en Brasil, Argentina e Inglaterra más de 100 películas exitosas lo corroboran, en nuestro país la pésima manera de tratar al fútbol en la pantalla grande terminaron por desencantar a los fanáticos, que prefieren ver los partidos del fin de semana.
No cabe duda que el fútbol sigue siendo quizás el menos cinematográfico de todos los deportes.

martes, 20 de julio de 2010

LÍRICA BALOMPEDESTRE O ¡CÓMO EXTRAÑAMOS A ÁNGEL FERNÁNDEZ!


LA LIRICA BALOMPEDESTRE
(LA DEFORMACION DEL LENGUAJE EN EL FUTBOL)

El futbol, además de los pies, se practica con la cabeza. Bien se podría decir que en cuestiones de semántica y lenguaje, la cuestión debía dejárseles a los especialistas, y si bien es cierto que las grandes frases, elocuentes y excelsas son dichas por los escritores, poetas y novelistas, lo es también que han surgido frases futboleras de la mente de jugadores, entrenadores y comentaristas que se han hecho famosas ya sea por su repetitividad, su fuerza o su simpleza, algunas han sido magnificadas y otras simplemente criticadas, pero de alguna u otra forma son parte ya del léxico popular.
Existen frases simples, que no por lógicas son menos verídicas, como cuando el comentarista Fernando Marcos mencionó que “el último minuto también tiene 60 segundos”, para hacer notar que se debe jugar con concentración hasta el instante en que el árbitro pite el final del encuentro.
Alfredo Di Stefano, excelente jugador y gran Director Técnico, en una charla con sus pupilos en el medio tiempo de un partido, molesto porque no comprendían sus dirigidos que debían jugar a ras de campo, les hizo ver lo siguiente: “¿De qué está hecho el balón? De cuero. ¿De dónde sale el cuero? De la vaca. ¿Qué come la vaca? Pasto. Pues entonces no me levanten el balón del pasto.”
César Luis Menotti, el famoso flaco del futbol argentino, al hablar del gran talento de algunos jugadores, mencionó que "hay futbolistas que tendrían que jugar con el traje de luces."
Don nacho Trelles, el estratega mexicano que condujo a la Selección en tres mundiales, comentó cuando dirigía al Zacatepec y se le cuestionó cómo un equipo que jugaba en una cancha tan pequeña y con un presupuesto tan restringido había podido ser campeón, además de que se le planteó la posibilidad de llevar al conjunto a otra plaza. Trelles, con su característica forma de decir las cosas atinó a explicar: “No dura lo mismo un partido de futbol en cualquier estadio, que en el campo del Zacatepec a 40 grados y con el pasto crecido, en los otros estadios el encuentro dura 90minutos, en el Coruco Díaz una eternidad para los rivales. Estamos.” Dando un claro ejemplo de que la estrategia es fundamental cuando no se tiene un gran presupuesto.
Hay algunos que gustan de florear el lenguaje, como el poeta del futbol Jorge Valdano, quien cuando fue cuestionado sobre lo que es el balompié en sí, dijo: “Este deporte es reo de sus propias contradicciones y convierte a cuantos giramos en su órbita y somos atraídos fatal y felizmente por su hechizo en víctimas gustosamente resignadas de su fuerza, belleza y malignidad.” Y agregó “se ha convertido, además, en uno de los máximos exponentes del ocio”.
En cambio algunos otros cuando no atinan que decir, o quieren salirse de la tangente, hablan mucho y dicen poco o tal vez nada, como el entrenador argentino Juan Carlos Lorenzo, a quien se le cuestionó hace algunos años sobre como jugaría su equipo aquella tarde. Lorenzo dijo al reportero: “Voy a emplear una táctica perforativa de izquierda a derecha, preferentemente a la izquierda para socavar los cimientos del adversario.” (¿)
El futbol se enriquece o se empobrece a través del lenguaje empleado, pero desgraciadamente para el cronista deportivo parecen vedadas las palabras y utiliza un idioma pobre en la mayoría de los casos, con sus excepciones, como el inigualable Angel Fernández que hizo de la crónica un axioma. Sus frases, siempre certeras, hacían del partido más triste una verdadera fiesta epopéyica. Angel, llamó al futbol “El Juego del Hombre” y cuando una acción valía la pena, hacía mención de su célebre “Y me pongo de pie”. El gol, provocaba un frenesí en Don Angel, que desembocaba a fin de cuentas en una especie de canto lúdico, y lograba mantener en una misma tesitura de voz el grito de ¡gooolll! por poco más de 30 segundos. Los sobrenombres que utilizaba para denominar a un jugador, se hicieron clásicos. Angel Fernández, hizo de la crónica futbolera, un verdadero espectáculo, lleno de anécdotas, recurriendo siempre al dato histórico, a la alegoría, con el grito a flor de piel, pero siempre acentuando, dándole su lugar a la palabra completa, sin arrastrarla.
Hay, en cambio, comentaristas que destruyen el lenguaje en aras de una supuesta espectacularidad narrativa, con frases intrascendentes como “tirititito” cuando el balón sale lentamente; “calcetinazo” si el esférico no es golpedo correctamente o se recurren a frases simplemente sin ton ni son como “Zambombazo”. Hay otros que jalan la palabra, que la recortan “entonsss” y los que cada vez tienden más a la eliminación de preposiciones y artículos. Algunos fonemas son resaltados por su fuerza intrínseca como elementos sonoros de la acción. Se recurre asimismo a la repetición interminente de frases en el desarrollo de la jugada, por lo que el lenguaje tiende a estancarse en un número limitado de palabras, cuando debería tenerse por lo menos cinco sinónimos de cada una para no reducir el léxico al mínimo .
Ron Greenwood, seleccionador inglés en el Mundial de 1982 mencionó que “el fútbol es un juego simple. Lo difícil es hacer que lo parezca.”. Lo mismo podemos decir del lenguaje futbolero, tendríamos que hablar menos y decir más…

miércoles, 30 de junio de 2010

¡El Jugador profesional!


¡Qué lindo es el fútbol cuando eres pequeño!
Cuando el sol se está poniendo y en la vieja cancha los niños juegan, recuerdo mi niñez, tan llena de emociones, de aquellos partidos, de aquellos goles. Los refrescos con los amigos, festejando el triunfo, maldiciendo las derrotas…
El fútbol es pasión, pero también sinónimo de amistad, de recuerdos, de añoranzas…
Ahora que juego en la cancha por dinero, por esa fama que te dan los medios, el fútbol me gusta ¡Sí! Pero sin embargo ya no me sabe igual a cuando de niño pateaba esa bola destartalada hacia las porterías inventadas y metía un maravilloso gol en el estadio lleno, aunque en realidad no hubiera ni un alma…
Ahora ya de adulto, los viejos se enojan, los jóvenes pelean por una pelota.
Se queman playeras y arden banderas.
…A los niños nada de eso importa.
Ellos juegan en la cancha de lodo, pateando de un lado a otro y metiendo el gol de su vida con la vieja pelota…

Carlos Calderón Cardoso.

viernes, 21 de mayo de 2010

LA CHILENA



LA CHILENA

Corría el año de 1922 cuando en la cancha de Talcahuano, un puerto chileno, un hombre llamado Ramón Unzaga, decidió que el fútbol era un arte que no podía quedarse con lo básico: correr tras la pelota y tirar a un arco, muchas veces desvalido por las malas salidas del portero. Tenía que haber algo más, nuevas jugadas, nuevas formas de conseguir la meta de anotar un gol.

Unzaga, que gustaba de las cabriolas y las volteretas decidió un día aplicarlas en la cancha. Su equipo perdía por dos goles. El portero enemigo con el balón en las manos despejó como tantas otras veces hacia un compañero. Unzaga estaba cerca y la bola lo había techado, pero se volvió rápidamente y dando la espalda a la meta miró detenidamente el esférico. Más no podía voltearse. No se volteó. ¡No!

Ahí de espaldas al marco voló en el aire, empeinó la pelota con su pie izquierdo y dando una maroma hacia atrás la mandó hacia la portería. El balón viajó directamente al ángulo superior derecho y se metió sin que el portero hiciera otra cosa que mover los brazos y mirar como todos los ahí presentes ¡Asombrado!

Ese día, entre los asistentes estaban los hermanos Arellano quienes tres años después serían los fundadores de uno de los equipos de mayor tradición en el fútbol chileno: El Colo Colo.

David Arellano se dio a la tarea de practicar aquel lance: parado sobre un plano, lanzaba el balón en forma recta por encima de su cabeza y recostándose en el aire golpeaba él mismo en su descenso voleándola hacia atrás con alguno de sus pies encorbando los dedos hacia adentro para que el esférico no saliera hacia arriba, sino que se dirigiera justo hacia la portería.

Al efectuar esta jugada, invariablemente se cae sobre la espalda, por lo que las manos son parte fundamental para amortiguar el golpe, así como caer primero con la parte alta de la espalda, apenas abajo de los hombros.

En 1927, el Colo Colo realizó una gira por América -incluyendo México- y por Europa. Fue en España donde David Arellano cautivó a miles de aficionados con la famosa jugada y la prensa ibérica no dudó en bautizarla como "chilena', por ser su creador un andino.

A lo largo de la historia, la chilena o tijera sigue gustando a propios y extraños. Sin duda, uno de sus máximos exponentes ha sido el mexicano Hugo Sánchez, a tal grado que en su paso por España fue sello característico de sus goles, como aquel que le hizo al Logroñes que fascinó al mundo entero. De tal forma que si en la Madre Patria le dieron el título de chilena hace muchos años, se sintieron con el derecho de cambiarlo: cuando uno ve la jugada en aquel país se dice que acaban de realizar una huguiña.

Llamémosla como queramos, pero no dejemos de admirarla…

miércoles, 12 de mayo de 2010

LOS CACHIRULES


Les comparto una colaboración que realicé para Mediotiempo.com y que trata sobre el término Cachirul, tan en boga en el fútbol.

En el futbol, sobre todo en el mexicano, es muy común escuchar que algún equipo o Selección Juvenil metió cachirules, haciendo énfasis en que lo que ocurrió es que jugó con uno o más elementos pasados de la edad permitida.

En nuestro país, a mediados de al década de los años 50 comenzó a utilizarse esa palabra para definir a esos jugadores tramposos, sin embargo el término nos viene de Uruguay.

Una década atrás, en 1942 para ser más precisos, surge en Sudamérica una historieta que se haría muy popular, escrita por Geoffrey Foladori "Fola": "Pelopincho" y "Cachirula", que trataba de un niño y una niña que convertían todo en un lío. A la niña, le encantaba disrazarse con adornos y con peinados exóticos, mientras que el niño era todo un geniecito.

A estos niños-adultos, no se les podía calcular la edad, porque lo mismo mostraban juguetes inantiles, que administraban el hogar, cocinaban, planchaban, escribían o manejaban sus propios coches. En su ropa, también se notaba esto, Cachirula podía salir con vestidito de niña, pero con sombrero de plumas, como de dama antigua, o con su famoso moño en la cabeza cuando ralizaba una tarea doméstica. Por eso, cuando un jugador ya mayor se trata de hacer pasar por uno de menor edad se le llama Cachirul.

En México, no podemos olvidar a Enrique Alonso, surgido unos años después de aquella revista sudamericana que adoptó el sobrenombre de Cachirulo, en su exitoso programa Teatro Fantástico, que se transmitía todos los domingos por canal 2, sin embargo, este personaje lo que hacía era ponerse una peluca naranja e inventar cuentos realmente fantásticos, y nada tiene que ver (por lo menos directamente) con el término de Cachirul.

Nota: Los cachirules más famosos de que tenemos memoria fueron los descubiertos en abril de 1988, cuando la Selección Juvenil Mexicana jugó con cuatro elementos que rebasaban el límite de edad estipulada en los reglamentos: Aurelio "coreano" Rivera, Gerardo Jiménez, José Luis Mata y José de la Fuente. Dos meses después de destaparse la cloaca, México fue inhabilitado dos años de toda competencia mundial en futbol, inclusive del Mundial de 1990.

jueves, 29 de abril de 2010

IÑAKI



Comparto un poema en prosa que le hice a mi hijo ahora que recién cumple 12 años.

IÑAKI
Son tan frágiles los recuerdos, pero uno siempre está en mi mente, esa sonrisa tan diferente como si de antes te conociera.
Saliste apenas del vientre y ya iluminabas mi vida, con tus ojitos, esa carita, con tu sonrisa, con tus manitas.
¡Ah! ¡Que bellos momentos! ¡Inigualables! Tus movimientos, los pataleos, los gasecitos y los pucheros. Esos primeros recuerdos los atesoro y en mi corazón ¡Creeme! Están bien guardados.
Es algo que nadie podrá arrebatarme. Es algo que sólo es mío y ahora ya casi adolescente, valoro que seas tan buen niño.
Cuando te bañaba y tu risa me ofrecías. Con ella pagabas cada momento en el día. Nunca vi un niño así, tan alegre, tan despierto, siempre alerta, siempre sonriendo.
Eres tan noble y tan inteligente que no se que hice de bueno para merecerte. Cada día me demuestras con tus acciones y con tus virtudes que ser padre es muy fácil, sólo se requiere un hijo como tú…
Piensas en todos y a todos quieres, siempre preocupado por los demás. El mejor nieto, el gran hermano, un buen sobrino y como hijo ni que decir.
De tus amigos, eres hermano y de ninguno tu hablas mal y los defienden si les hacen daño y me pides que los arrope si los tratan mal.
¿Qué más podía esperar de ti? Es simple. Que nunca cambies. Que crezcas y seas como eres: El que trata bien a las mujeres, el que piensa en cambiar al mundo, soñando, siempre soñando, acompañado por tus libros infaltables, creando nuevos horizontes, surcando en tu mente los mares, viajando hacia nuevos lugares y sobre todo, que esa sonrisa que Dios te dio, nunca se apague, nunca se niegue, nunca se canse de sonreir…

jueves, 22 de abril de 2010

LA EMOCION DEL PRIMER GOL


Con la cercanía del Mundial de Fútbol y con el orgullo que significa abrir una Copa del Mundo tal y como acontecerá cuando México se enfrente al país anfitrión Sudáfrica, les comparto una anécdota que escribí sobre el primer gol en Copas del Mundo y ese primer gol que pasó a la historia.



LA EMOCIÓN DEL PRIMER GOL
México participó por invitación en el primer Campeonato de Fútbol a celebrarse en Uruguay. Corría el año de 1930 mismo en el que nuestro país vivía cambios significativos en el aspecto político y social. Apenas dos años antes moría asesinado el presidente electo Alvaro Obregón y Plutarco Elías Calles comenzaba a crear su maximato presidencial a costa de tres presidentes peleles que permitieron que el ex mandatario interviniera en las decisiones más importantes del país.

Para asistir al Mundial, se designó al español Juan Luqué de Serrallonga como entrenador de la selección. Luqué, era un hombre extrovertido, mano dura, pero jocoso y hasta divertido. Se eligieron un total de 17 jugadores, todos ellos provenientes de equipos de la capital a los que se les sometió a una serie de entrenamientos tanto en los campos del Distrito Federal como abordo del barco en el que se viajó a Uruguay.

México tuvo el honor de ser designado junto con Francia como los países que abrirían el primer Campeonato Mundial de Fútbol el 13 de julio de 1930 a las tres de la tarde en el estadio pocitos. El que anotara el primer gol, sería, sin duda, recordado por siempre. Luqué de Serrallonga instó a sus jugadores a que ganaran esa gloria para su país.

El encuentro comenzó bajo una constante llovizna, con un viento fuerte y frío en un terreno lodozo y resbaladizo. Francia domina rápidamente las acciones y al minuto 18 Laurent clava el esférico en la meta del guardameta mexicano. A los 39 minutos Langiller anota el segundo para Francia; a los 42 minutos, de los pies de Machinot, sale una ráfaga para decretar el tercero en contra. Es hasta el minuto 25 del segundo tiempo cuando Juan Carreño, el llamado "Trompito", jugador del Atlante, logra anidar el balón en la meta francesa; es el primer gol de México en Copas del Mundo. Para cerrar la cuenta, Francia logra anotar nuevamente por medio de Machinot con disparo fuerte y por abajo faltando 8 minutos para que concluya el partido.

Los jugadores mexicanos, cabizbajos abandonan la cancha. En el vestidor, los recibe Serrallonga con aplausos y les dice:
"No se preocupen, tienen la satisfacción y no me cabe la menor duda de que vuestro país será recordado a lo largo de la historia de las Copas del Mundo. Así que siéntanse orgullosos por ser el único país en recibir el primer gol en una copa Mundial de Fútbol, título que nunca van a perder".

Es así, como México tiene el "orgullo" de haber recibido el primer gol en un Campeonato Mundial de Fútbol...

martes, 13 de abril de 2010

JUAN "EL TROMPO" CARREÑO


Les comparto dos textos de mi Anecdotario del Fútbol Mexicano, tratan sobre el ídolo mexicano Juan Carreño y es un pequeño homenaje a este gran personaje que ha sido recordado en el número de abril de la prestigiosa revista francesa SO FOOT


SE LLAMABA JUAN...LE DECIAN "EL TROMPO"
Juan se hizo en los llanos. En 1925 con los muchachos de la fábrica La sedanita (que estaba en lo que fue la Casa Colorada por el acueducto de Chapultepec) formó un equipo con sus compañeros de trabajo.

Cuando lo invitaron a jugar al Atlante, también le dieron trabajo en la panadería de los hermanos Rosas, excelentes futbolistas, pero Juan les respondió "mangos, que trabajen los bueyes. Yo solo juego fútbol" y lo hacía divinamente. A la panadería, solamente entraba para coger sus conchas y chutárselas con un café negro.

En las canchas, Juan Carreño era un pícaro con ángel y gracia querido por todos sus compañeros. En una ocasión, cuando perdían 2-1 Carreño se puso de acuerdo con "El Diente" Rosas para que mandara el tiro de esquina a donde estaba "Patadura". Carreño, se colocó delante del "Pipiolo" Estrada, portero del Necaxa y cuando mandaron el centro pisó al cancerbero, de tal forma que éste no pudo brincar para atajar el balón que llegó, sin más, a donde se encontraba el otro atlantista para clavar el esférico.

Antes del partido, habían apostado pulques contra cervezas a los necaxistas. Carreño y su grupo no tenían dinero, por lo que ganar era imperioso. Ya para el segundo tiempo, con el marcador empatado, Carreño tomó el balón desde media cancha y se fue adentrando en triangulaciones con "El Diente" Rosas, su compañero de fechorías. Carreño se metió en el área y justo cuando Rosas centraba ante la marcación de un solo defensa, "El Trompito", que así le decían al picaro atlantista, bajó el short al del Necaxa, sin que el árbitro -el flaco Estevez- pudiera ver lo acontecido, ya que era distraido a larga distancia por otro de los compinches del "Trompo". Así, ante las protestas del rival, Atlante obtenía una victoria y una tanda del néctar blanco en la casa non santa de María Limón, "novia" de Juan Carreño allá por la Merced.



2
LA MUERTE DEL TROMPITO

Juan Carreño era sin duda un excelente jugador -primer anotador mexicano en Olimpiadas y en Copas del Mundo- y un hombre alegre, dicharachero que se ponía unas guarapetas formidables.
El General Núñez, a la postre dueño del Atlante, consideraba a Carreño un formidable armador y un gran motivador pero también el sonsacador de sus compañeros para que fuesen a Tlampa a echarse sus pulquitos o su "agüita de limón" como le llamaba el propio Carreño.

Un día sin tentarse el corazón, el General corrió a Carreño del equipo esperando se reformase, pero el buen "Trompito" se fue de chirona por los lugares de mala muerte de la capital para llorar sus desgracias.

No tenía ni tres meses fuera de la cancha cuando un dolor le desgarró el alma. Él decía que era de tristeza por estar fuera de su "Aclante" querido, pero era una apendicitis que ni con un rezo a la virgen de Guadalupe se le iba a quitar.

"Nicho" Mejía y "El Diente" Rosas, sus compadritos del alma, le decían que se fuera a ver a un doctor, porque los dolores eran insoportables, pero el buen Carreño que tenía un miedo espantoso a los matasanos se echaba sus traguitos de tequila con ajo que le había recomendado doña Gertrudis.

La cosa es que un día, "El Chaquetas" Rosas -unico atlantista con teléfono- recibió una llamada urgente del "Trompo", que apenas y le pudo decir que se estaba muriendo. Rosas tomó un coche de alquiler y llegó a donde estaba Juan desmayado. Su compañero de tantos años lo tomó en brazos y lo llevó en el mismo automovil al doctor para que le practicaran la urgente operación. Todo fue en vano, camino al hospital, Carreño, que tantas glorias dio al fútbol mexicano, moría víctima de un ataque de apendicitis el 17 de diciembre de 1940. Casi un mes había pasado aplicándose paliativos sin querer decidirse y, cuando llegó lo inevitable, ya no hubo tiempo. Y así se fue el jugador genial, tres veces internacional, al que se le recuerda con el paso de los años...

jueves, 1 de abril de 2010

POEMA EN BLANCO

Les comparto uno de mis poemas.

Raro en mi
Me he mantenido callado,
Toda la tarde sin hablar
Ni una sola palabra.

Cuando menos lo espero
Cuando menos me lo creo
Brotan las palabras
Sobre mi parcela blanca

Pero hoy no.
El día está caliente
Aunque llueve afuera
Es propicio para escribir

Sin embargo,
Permanezco mudo.

No hay palabras
No se ven las imágenes
No brotan las letras
Mi mente toda permanece en blanco…

Este poema quedará para después
Hoy, definitivamente
¡No puedo escribir!

martes, 2 de marzo de 2010

LA CHILENA

Ahora que nos sentimos tristes por lo ocurrido a nuestros hermanos chilenos, les comparto una anécdota que escribí sobre la suerte futbolística bautizada como Chilena, para recordar cosas buenas de aquel país tan maravilloso.

Corría el año de 1922 cuando en la cancha de Talcahuano, un puerto chileno, un hombre llamado Ramón Unzaga, decidió que el fútbol era un arte que no podía quedarse con lo básico: correr tras la pelota y tirar a un arco, muchas veces desvalido por las malas salidas del portero. Tenía que haber algo más, nuevas jugadas, nuevas formas de conseguir la meta de anotar un gol.

Unzaga, que gustaba de las cabriolas y las volteretas decidió un día aplicarlas en la cancha. Su equipo perdía por dos goles. El portero enemigo con el balón en las manos despejó como tantas otras veces hacia un compañero. Unzaga estaba cerca y la bola lo había techado, pero se volvió rápidamente y dando la espalda a la meta miró detenidamente el esférico. Más no podía voltearse. No se volteó. ¡No!

Ahí de espaldas al marco voló en el aire, empeinó la pelota con su pie izquierdo y dando una maroma hacia atrás la echó para gol. La esférica fue por los aires directamente al ángulo superior derecho y se metió sin que el portero hiciera otra cosa que mover los brazos y mirar como todos los presentes, asombrado.

Ese día, entre los asistentes estaban los hermanos Arellano quienes tres años después serían los fundadores de uno de los equipos de mayor tradición en el fútbol chileno: El Colo Colo.

David Arellano se dio a la tarea de practicar aquel lance: parado sobre un plano, lanzaba el balón en forma recta por encima de su cabeza y recostándose en el aire golpeaba el mismo en su descenso voleándola hacia atrás con alguno de sus pies encorbando los dedos hacia adentro para que el esférico no saliera volando por los aires, sino que cayera justo hacia la portería. Al efectuar esta jugada, invariablemente se cae sobre la espalda, por lo que las manos son parte fundamental para amortiguar el golpe, así como caer primero con la parte alta de la espalda, apenas abajo de los hombros.

En 1927, el Colo Colo realizó una gira por América -incluyendo México- y Europa. Fue en España donde David Arellano cautivó las canchas con la famosa jugada y la prensa ibérica no dudó en bautizarla como "chilena', por que en aquel país había surgido.

A lo largo de la historia, la chilena o tijera sigue cautivando a propios y extraños. Sin duda, uno de sus máximos exponentes ha sido el mexicano Hugo Sánchez, a tal grado que en su paso por España fue sello característico de sus goles, como aquel que le hizo al Logroñes que fascinó al mundo entero. De tal forma que si en la Madre Patria le dieron el título de chilena hace muchos años, se sintieron con el derecho de cambiarlo: cuando uno ve la jugada en aquel país se dice que acaban de realizar una huguina. Llámela como quiera, pero no deje de admirarla...

viernes, 26 de febrero de 2010

El FESTEJO DEL BICENTENARIO O UNA FIESTA DE QUINCEAÑERA.

Estamos en el famoso año del bicentenario, en el que celebraremos con bombo y platillo los 200 años de Independencia de España y de paso, los 100 años de la Revolución, pero ¿A ciencia cierta que festejamos? O dicho de otra forma ¿Debemos festejar algo cuando el país vive uno de sus períodos más álgidos, cuando más de la mitad del país vive en pobreza extrema y la violencia permea a todos los niveles de la sociedad? Entonces –y valga la expresión muy nuestra- ¿Qué chingaos festejamos?
Quiero ilustrar esto con un ejemplo.
Supongamos que una chica cumple sus quince años. Cuando nació, su padre se emocionó, pero también se preocupó ¿Cómo la mantendría, cómo la educaría? Él jamás había tenido hijos, no sabía que hacer y bien dicen que hay quien no nace para ser padre…
La niña nació y el padre no tenía ni para pañales y tampoco se le ocurrió hacerle algunos con pedazos de tela. La niña creció y el padre con el poco dinero que obtenía de su mal pagado trabajo en lugar de procurarle una buena alimentación y estudios decorosos –para que tuviera un mejor futuro que el que él tuvo- se gastaba todo con sus amigos en cosas que lo beneficiaban a él y a sus allegados, pero no a su familia o a su hija. Eso si, le procuraba un domingo pequeño para que no se quejara de que no le daba nada.
Bien pudo meterla a una escuela privada, pero ¿Para qué? La inscribió en una de gobierno y lo que se ahorró, lo utilizó en el pago de sus lujos: celulares, restaurantes, viajes de fin de semana…
La niña enfermó y en lugar de buscar un buen plan médico, le inventó un seguro popular que para maldita la cosa servía.
En el departamento rentado en donde vivían, dejó de pagar la seguridad y dispuso de una cerradura muy fácil de abrir; eso sí, muy barata. ¿Para qué iba a gastar en seguridad, si no pasaba nada, su barrio en la colonia México era muy seguro? La cosa es que un día el barrio se llenó de malvivientes que molestaban constantemente a la ya casi señorita y por si esto fuera poco, entraron a su pobre departamento y se llevaron las cosas de la niña, inclusive sus más íntimas prendas. Ella ahora vive con el temor de un asalto, un secuestro o algo peor, ya que la zona cada vez es más violenta.
Total que la niña creció con una educación deficiente, un mal servicio de salud y poca seguridad. La chiquilla va a cumplir 15 años y sabe que el papá está dispuesto a endeudarse hasta con la cubeta para hacerle una magna fiesta por tal acontecimiento.
Ella, no quiere la fiesta, desea que le pague la inscripción a una buena escuela, que de conseguir una beca por aprovechamiento ya se encargará ella, ya que es buena alumna, o que le compre un seguro médico adecuado o que le cambie la cerradura al departamento para tener mayor seguridad y que pague el mantenimiento por seguridad para que regrese el policía que cuida la zona. Es decir, la niña está creciendo y quiere algo que la ayude a ella y a su familia para asegurar un mejor futuro con educación, salud y seguridad y no una fiesta de quince años.
El padre, sin embargo, está necio y no escucha consejos. Él va a celebrar como se merece a su hija. Para esto ya invitó a sus amigos, compadres y compañeros de trabajo. Gente que su hija ni conoce ni tratará jamás. Contrató a la orquesta más cara, que tocará música que la hija nunca ha escuchado y el servicio de comida es único, aunque servirá alimentos a los cuales la niña es alérgica y por tanto no podrá disfrutar.
En pocas palabras, la festejada no podrá disfutar de su fiesta. Un grupo de desconocidos vendrá a celebrarla y luego se marcharán hablando de todo lo que gastó papá “Gobierno” –que así se llama el padre de la niña- y de lo infeliz que se veía su hija “Pueblo”.
Papá se sentirá orgulloso, porque se codeará con los mejores y más altos jefes de estado y demostrará al mundo ¡Quién es México Cab..!
La hija en cambio, triste, aburrida y temiendo que jamás obtendrá lo que ella en verdad necesita y con lo cual hubiera sido feliz: Educación, Salud y Seguridad, solo espera el día en el que pueda abandonar ese mal llamado hogar y lograr su independencia, una verdadera independencia muy lejos de la podredumbre en la que ahora vive en la búsqueda de un mejor futuro…

miércoles, 24 de febrero de 2010

ITARI





Este es un poema que escribí para mi hija, espero que les guste.

ITARI

Niña hermosa que Dios me ha dado
Llena mi vida con sus encantos
Franca sonrisa sin aspavientos
Con su mirada me deja muerto.

Es muy traviesa y parlanchina
Es juguetona y buscapleitos
Es tan bonita que yo no puedo
Ni regañarla ni hacerle muina.

Yo se que a veces ella aprovecha
Las circunstancias y lo disfruta
Porque bien sabe
Que lo que quiera
Se lo ha ganado con su sonrisa.

La quiero mucho, ella es mi vida
Es tan hermosa como su madre
Y el mundo sabe que yo sin ellas
No sería nadie, no lo sería.

Tiene carácter, es muy ladina
Su picardía es su alimento
Cuando se enoja
Ya tiembla el mundo

Es tan pequeña
Y nunca crece
O así la veo
Ella es mi nena

La que me quiere, la que me llega.
Que nunca cambie es lo que pido
Ni su sonrisa, ni su sentido
Con su carácter y su bullicio
Ella es mi vida, ella es mi mundo.

RECUERDO DE MI PADRE


Les comparto un texto que escribí a mi padre hace algunos meses cuando cumplió un año más sin tenerlo en mi vida.


Con sus bondades, con su sonrisa, siempre alegre, siempre presente en mi vida. Con sus alagos y sus alientos, la palmadita, el cariño y la caricia. Así era mi padre, al que recuerdo, al que añoro.
Mientras soñaba ser como él, tuve que empezar a ser simplemente yo. Un día me lo arrebataron de mi vida. Tenía apenas 11 años cuando él, joven aún, moría.
Fue un golpe muy duro, tan duro que a mis 40 aún no me repongo de no tenerlo, de no contar con su presencia.
Que difícil resulta para un niño perder a su padre, a su figura, al ídolo, al amigo, al que siempre te guía. Al que amas sobre todas las cosas y que cada mañana tiene para ti una sonrisa.
No se si ahora soy como él o simplemente soy como soy. Si tengo algo que me heredó o sólo el recuerdo de su bondad.
Espero ser a mis hijos lo que él fue conmigo. Y aún mejor. Espero que exista un cielo y desde él su bendición me otorgue y que a mis hijos les regale una caricia y una sonrisa, para que ellos, desde su corazón, conozcan al mejor abuelo, al gran padre, al mejor amigo que la vida me dio.

martes, 23 de febrero de 2010

FÚTBOL Y MEDIOS

Les comparto una parte de la conferencia que dicté en la Ibero dentro del Diplomado de Deporte y Medios hace unas semanas.

El fútbol y los medios.

Dime, poeta:
Si el mundo es como un balón
redondo por la ilusión
de llegar pronto a su meta:
¡Vale la pena jugar! Silencio del ultramar,
luna llena…
mar serena;
viejo amigo
en secreto te lo digo,
¡que lo que vale la pena
es ganar!

J.M Péman



En el mundo del futbol, la ilusión de cada semana es ver como gana nuestro equipo. El transcurso de un partido se llena de sentimientos: pasión, emoción, nervio, muchas veces desilusión… Después del encuentro, tal parece que se cae en una desolación, el vocerío se pierde, algunas porras por el ganador; los aficionados cuyo equipo ha perdido, completamente mudos. Son minutos eternos de silencio. No hay nada que decir cuando el equipo no obtinene los tres puntos.
Cada encuentro visto por televisión o escuchado por radio, por más aburrido que sea, se convierte en gesta heróica si el narrador o el comentarista encuentran el lenguaje exacto para describir cada jugada, aunque se caiga en la exageración. ¿Quién no recuerda al gran Ángel Fernández, quien convertía simples partidos en épicos campos de batallas?
El futbol da para mucho más que los noventa minutos que dura sobre la cancha. A lo largo de la historia en la que se ha visto presente, se le ha dedicado prosa y verso para hablar de sus virtudes, cualidades y también defectos; de esto, se ha escrito mucho, aunque nunca lo necesario.
Nadie se resiste al futbol, ni la historia con sus graves problemas de razas o religiones, ni la política o las clases sociales. Jean-Philippe Rethacker escribió sobre la popularidad del futbol:
“Así pueden verse reunidos bajo un mismo uniforme de club o de la selección nacional al católico intransigente y al antiguo comandante del ejército húngaro comunista, al protestante austero y al israelista practicante, al negro descendiente de los esclavos africanos y al blanco hijo de colonos portugueses, al futuro médico y al fontanero, al abogado alejado de su bufete y al aldeano privado de su carreta, al cura de parroquia y al concejal más anticlerical… Un balón basta para destruir todas las contingencias, todos los más extraordinarios principios…” Basta meterlos a una cancha y a jugar. El futbol no entiende de idiomas ni de contrariedades.
El fútbol se ha convertido en parte intrínseca de nuestras sociedades. Es la bandera de la cultura popular sin importar las clases sociales; es un fenómeno de tal magnitud, que en muchas ocasiones es usado y abusado por políticos para sus campañas, no resulta trillada la vieja frase romana: “Al Pueblo pan y circo”.
Lamentablemente, el fútbol en los últimos 30 años también ha sido utilizado de manera exagerada y desmedidad por los medios de comunicación. Cada día encontramos mil variantes de un solo tema y aunque la libertad de expresión es necesaria, a veces se cae en un libertinaje tal, que termina perdiendo la esencia del deporte.
Pero no siempre fue así.
Hacia finales del siglo XIX y en los inicios del ya lejano siglo XX, cuando arribó el fútbol a nuestro país, este ni siquiera era seguido por los medios existentes en ese entonces. Eran muy pocos en verdad los que prestaban atención al nuevo deporte que llegaba de tierras lejanas.
Sin embargo, siempre ha habido visionarios que ven más allá de los demás y uno de ellos fue John Cornyn, quien el 7 de septiembre de 1896 registró un periódico muy diferente a todos los existentes hasta ese momento: The Mexican Sportman.
Esta publicación, visionaria en verdad, comenzó a registrar todo lo que consideró de valía sobre las actividades referentes al deporte.
Antes que ellos, algunas notas en Two Republics, el Monitor Republicano, en el Mundo o en el Sglo XIX era todo lo que teníamos sobre deporte. No había más.
¿Porqué el deporte comenzaba a ser interesante en un país como el nuestro que era gobernado por un dictador?
¿Porqué 1896 es tan importante para la historia deportiva de México y no solo ella si no para otros acontecimientos importantes?
Vayamos más atrás, de aquellos años de finales del siglo XIX.
Tras mantenerse bajo el yugo de España durante la Colonia, la vida diaria se ve seriamente afectada en nuestro naciente país, ya que durante un largo período existió un entorno de conflicto, tanto en lo social como en lo político.
Una vez que la Nueva España decidió independizarse de la Península Ibérica, las luchas encarnizadas, primero en contra de los mismos españoles, luego contra norteamericanos y franceses, hicieron de México un país muy dispar comparándolo con gran parte del mundo que, por aquellos años, vivía ya una modernidad diferente. Esto, trae consigo que inclusive la evolución histórica de las actividades físicas, también se vea afectada.
Si durante el Siglo XIX los deportes se crearon y desarrollaron en otras latitudes, especialmente en países como Inglaterra, Francia y los Estados Unidos, en el nuestro se luchaba apenas por constituirse como nación y las luchas constantes por el poder persiguieron prácticamente toda la centuria.
Una vez independizados, fue tal la inestabilidad política y social que más de 30 presidentes desfilaron en la misma cantidad de años. Las rebeliones y los golpes de estado se hallaban a la orden del día y si por si esto fuera poco, las guerras contra Francia y Estados Unidos vinieron a dar al traste con un México que aspiraba a ser una nación del mundo moderno.
Mientras en países como Inglaterra el deporte se consolidaba, nacían reglamentos e inclusive se profesionalizaba, México se mantenía rural, en donde la principal actividad deportiva en forma involuntaria, seguía siendo la charrería a través de los chinacos y rurales que buscaban defender los pocos espacios defendibles y en donde el hombre a caballo jugaba un papel vital tanto en las luchas intestinas, como en el incipiente mantenimiento de la paz.

Y, como grandes ballenas
llegaron barcos de hierro,
en su mayoría ingleses,
corceles del mar, intrépidos.

Al toparse con los muelles,
salían los fogoneros
del fondo de las hornallas
a emborracharse de cielo,
mostrando bustos, desnudos,
blancos, potentes y bellos.

Con los tatuajes azules,
entre la fronda del pecho,
con ojos como engarzados
por humo, carbón y sueño.

Asomaban a la borda
y miraban, a lo lejos.
Y, detrás de una pelota
se echaron a andar contentos.

El espacio desolado
y antigua charca del cieno,
se fue llenando de gloria
porque los hombres aquellos,
rebosando calorías,
hijos del rayo y eléctricos,
vistiendo calzones cortos y
unos bigotes tremendos,
con pecas y pelirrojos
-y los calvos con sombrero-
reconquistaron su infancia
corriendo a la par del viento.

Siempre detrás de la pelota,
aplanaron los terrenos
de la dramática ciénaga
que el sol cuajara resecos.

La ciudad salió curiosa
y se acercó para verlos;
para imitarlos, más tarde
y no olvidar su modelo.

Yo he visto nacer el futbol
a la vera de San Telmo,
y los ingleses honrados
llamaron fiel al terreno
que les devolvió la gloria
de verse niños y eternos..
Vizconde de Lazcano Tegui

Tendría que llegar el porfirismo (1877-1911) para que nuestro país tratara de manera más real de entrar a ese mundo de modernidad que le permitiría entre otras cosas, el tener el tiempo libre para la realización de los deportes.
Porfirio Díaz, entendió que la nación sufría de un atraso impresionante en comparación a otras, tanto en lo social y político, como en lo comercial y tecnológico, por lo que se abrió al mundo e intentó atraer capital extranjero para poder modernizar a este país. Con el debido manejo de relaciones internacionales, llegó capital europeo, mayoritariamente francés e ingles y por supuesto, americano, al lograr préstamos e inversión de empresarios de los Estados Unidos.
Durante este período, el deporte entraría por fin a la palestra mexicana y cobraría poco a poco gran fuerza. La llegada no sólo de capital, sino de hombres tratando de hacer su vida en nuestro país, ayudaron mucho a esto. Al respecto Ciro Cardoso comenta
“La migración funcionaba como válvula de escape al crecimiento demográfico europeo, contribuía decisivamente al desarrollo económico de Estados Unidos, y difundía en muchos países los hábitos de consumo y los patrones de vida europeos”.
La influencia británica de los deportes grupales y sus reglamentos incluidos, comenzó a propagarse a finales del siglo XIX y principios del XX, especialmente a través del fútbol.
En gran parte de Europa surgieron los clubes deportivos y en México, país que buscaba imitar todo lo que proviniera del viejo continente, no fue la excepción.
La última década del siglo XIX mostraba un progreso significativo si tomamos en cuenta que el país, tantas veces devastado, había cimentado un acercamiento a la modernidad a través de la tecnología más importante de la época: la locomotora. Miles de kilómetros de vías ferreas inundaron regiones antes inhóspitas y los extranjeros, deseosos de conquista, aceptaron la invitación del gobierno mexicano para explorar, conocer y modernizar al México del porfiriato.

Grandes inventos hacían su aparición: el fonógrafo, el cine y la luz eléctrica asombraban a propios y extraños. Nuestro país intentaba mostrarse al nivel de las más destacadas ciudades europeas, con las ventajas del primer mundo y la modernidad del ya cercano siglo XX. Y es, justamente en 1896 cuando la luz eléctrica y el cinematógrafo, dos de los grandes inventos de la humanidad llegan a nuestro país, pero también los primeros balones de fútbol.

Los países imperialistas, en lo deportivo heredaron dos grandes legados: la competencia organizada y el deporte de grupo.

Norteamericanos, franceses, alemanes e ingleses llegaban cargados de las más espectaculares novedades buscando en el suelo mexicano una oportunidad para hacerse ricos y sentar reales. Entre todo aquello que ingresaban a nuestro país, no solo existían las cosas materiales, sino también aquellas que reconfortaban al cuerpo y al espíritu.

Los mexicanos, poco aficionados a los deportes, comenzaron a descubrir en estos una forma de ejercitar el cuerpo, de hacerse de nuevos amigos, pasar un rato divertido, y sobre todo, matar el tiempo libre que la paz porfiriana les ponía enfrente.

La entrada del deporte como forma de modernidad, pretendía entre otras cosas, el de acabar o desplazar a las tradiciones culturales ya existentes, como algunos deportes prehispánicos que todavía se practicaban o los españoles que ya eran vistos también como de bárbaros. Obviamente, este mensaje llegaba a las clases altas, porque los peones, obreros y campesinos, mucho distaban de poder practicar uno de estos deportes, de pertenecer a un club o tan siquiera de tener el tiempo libre que sí ostentaban las clases pudientes.

El deporte, “símbolo de sofisticación y estatus”, como bien le llama Arbena, en su obra Significado y alegría en el deporte en América Latina, sirve para demostrar que el país y sus grupos selectos, ya han entrado a la modernidad mundial. Uno de los deportes que más gustó fue el de montar bicicleta.
El porqué en esos años la bicicleta fue de los deportes más aceptados por las clases más pudientes, tiene también su razón de ser. México se acercaba al progreso a través de la tecnología, la mejor manera de dejar de sentirse rural y pasar a ser un citadino de la gran urbe, era cambiando el caballo por la bicicleta, algo más lenta que el equino, pero por supuesto más moderna y más chic.
Los paseos ciclistas, el tenis y el golf se convirtieron en los deportes de moda. El beisbol y el atletismo también tuvieron sus grandes espacios. Se crearon diversos complejos, academias y centros dedicados cien por ciento al deporte; así surgió el Reforma Athletic Club en donde el críquet y el tenis eran la única atracción; el Contry Club de Churubusco y el Contry Club de Reforma, creado por norteamericanos, dedicaba sus instalaciones especialmente al gol y al béisbol. Nace el Bicycle Riding School, aprovechando el furor que causó, promoviendo el uso de la bici y los paseos en familia; también se funda en el lago de Chalco el Club de Regatas y Remo, creado por norteamericanos y mexicanos de alta alcurnia.
Frente a estas perspectivas, el gusto de los mexicanos se diversificó ante las diferentes propuestas deportivas.

Según la clase social se accedía a ellas, aunque a finales del siglo XIX parecía que los ricos eran los únicos que tenían el tiempo y el dinero para practicar en forma un verdadero deporte, las clases bajas poco conocían del "placer y confort" que el deporte aportaba "en cada uno de nosotros" como se leía en un artículo de la revista The Mexican Sportsman.
Y si bien algunos clubes deportivos comenzaron sus actividades pocos años atrás, los principales curiosamente inician en 1896. Y es ese año, cuando también llegan los primeros balones a nuestro país. Fue por Veracruz. Eran unos balones ingleses de cuero y cocidos a mano con una cámara de vejiga de cerdo en el interior y con una agujeta o tiento.
Cuando se recibieron estos balones en la aduana, solicitados por ciudadanos ingleses que residían en México, los empleados que los desembarcaron no tenían ni la menor idea de para que servían y sólo se limitaron a observarlos con cierta curiosidad. Estos balones, fueron a parar a diversos colegios ingleses y franceses de la capital y ahí los padres se arremangaban la sotana tratando de enseñar a algunos jóvenes, el arte de las patadas al mágico balón de cuero.
Se calcula que en la capital, hacia 1898, no había más de cuarenta futbolistas, todos ellos ingleses pertenecientes a los colegios. La revista The Mexican Sportsman aseguraba lo siguiente unos meses después:
“Aunque nunca ha alcanzado buen éxito aquí, hay, sin embargo, un buen número de amigos de ese sport en la ciudad. De tiempo en tiempo, los muchachos de los colegios ingleses de Mixcoac y Tacubaya hacen esfuerzos por organizar un partido, pero tales esfuerzos no han dado fruto, principalmente porque no ha habido competencia que levante entusiasmo”.
Como ya dije antes, sin lugar a dudas, The Mexican Sportman es la primera referencia que tenemos de una publicación netamente deportiva y es la que nos abre un panorama de lo que nos interesa para conocer parte de los orígenes del deporte en México, pero sobre todo, por lo menos en mi caso, del fútbol.

The Mexican Sportsman, tenía apenas unas cuantas páginas y era una edición bilingüe, con un tiraje semanal en su momento cumbre de 2,000 ejemplares y aunque duró algo más de una década, se conservan muy pocos ejemplares de la misma, casi todos resguardados en la Hemeroteca Nacional, en la UNAM.

Esta publicación, sin lugar a dudas, representó un oasis en el desierto de la información de aquellos años de finales del siglo XIX y principios del XX.

No es casual, por tanto, que este semanario haya nacido en 1896. La visión de de un hombre, pero también la creciente demanda por el conocimiento del deporte y los clubes de reciente creación, hacían intuir que la prensa tendría que dedicarle un espacio especializado ¡Ya!.

Lo que bien es cierto, es que el deporte y la prensa deportiva llegaron para quedarse y durante los siguientes años y con la llegada de la Revolución primero y de los gobiernos posrevolucionarios después, la oferta deportiva se fue incrementando y terminó por alcanzar a todas la clases sociales.
Nacieron varias publicaciones: Rojo y Gualda, Arte y Deportes, Arte y Sport, Teatro y Deportes, Toros y Deportes, Mefistófeles, o secciones especializadas en deportes como los “hechos del sport” del Imparcial y la sección del Mundo Ilustrado.
De la misma forma, surgieron grandes plumas: Mario Fernandez “Don Facundo”, armado con una pluma ágil y punzante, maestro de la ironía, llenó de color el blanco y negro de las letras para darle un cariz diferente al fútbol escrito. No olvidemos tampoco a personajes como “Fray Nano”, “Kanta Klaro”, “Fray Kempis!, “Susasú” y “Guardameta” plumas maestras que preferían guardarse en el anonimato aunque muchos de ellos son ampliamente reconocidos por su trayectoria.
Es gracias a estas publicaciones, que comenzamos a abrirnos camino para historial al fútbol, ya que el registro de los primeros años, salvo por algunos libros como el Libro de Oro del Fútbol Mexicano de Cid y Mulet de principios de los 60 o los pocos documentos que al respecto encontramos en archivos como el del CESU, en la UNAM, son importantes pero, escasos.
La prensa mexicana aunque muchas veces subjetiva, nos abre un rico panorama para conocer o esclarecer algunos de los hechos que han dado vida al fútbol mexicano, sobre todo en sus primeros momentos.
Representa el recurso inmediato a las fuentes primarias, nos muestra, a través de los diferentes diarios el contraste de la información, y para los que nos dedicamos a esto, termina siendo el principio de todo, mediante la selección de los materiales, la investigación como motor de la historia y, sobre todo, la narración con su lenguaje propio que imprime cada uno de los columnistas, de aquello que están viviendo al momento, para plasmarlo en el papel para dejar el legado, sin saberlo, de su historia contemporánea.
La historia, no es objetiva. No puede serlo. Siempre termina por ser una preconcepción, de donde se toman los datos y de la manera de verla por parte del historiador. Es, por tanto, comprensible que la historia muchas veces se tergiverse, vamos tomando esa gran cantidad de hechos, de datos y les damos forma. Para decidir cuales de ellos son relevantes y cuales no. Por eso, es tan importante tener materiales diversos para poder recrear la historia lo más apegado a la verdad.

Poco a poco, el fútbol se fue convirtiendo en uno de los fenómenos sociales más importantes del siglo XX. El mundo, comenzó a moverse al ritmo del balón.
En las colonias más ricas o en las vecindades más marginales, entre blancos, morenos o negros, en los colegios y en las fábricas, el fútbol se apoderó de grandes espacios.
Gracias a ello, surgieron otras publicaciones, lo que nos ayuda a los historiadores a ampliar nuestro panorama de investigación, una publicación de gran importancia para esto, fue el nacimiento de La Afición, un periódico comprometido en su totalidad con el deporte. Surgió como semanario en 1930, posteriormente salía dos o tres veces por semana y finalmente ante la gran aceptación, se hizo diario, bajo la dirección siempre acertada de Alejandro Aguilar Reyes, Fray Nano. Y que decir de Fútbol en 1933, una revista magistral que combina las fotografías de Adalberto Arroyo, tal vez el más grande fotógrafo de fútbol en México con los textos de Francisco Martínez de la Vega, “Pioquinto”, un joven e inteligente periodista que años más tarde sería un destacado político de nuestro país.
Posteriormente nacerían otras publicaciones deportivas, como Esto y Ovaciones, pero sin lugar a dudas, La Afición y Fútbol, tienen un espacio importante entre los investigadores de la historia del fútbol en México.
Voy a hacer un paréntesis para contarles una anécdota curiosa, que nos muestra la importancia que el fútbol había adquirido, que hasta la mercadotecnia se hizo presente de manera muy ingeniosa, por ejemplo, en la reinauguración del Parque España a finales de 1933, antes de comenzar el encuentro entre el España y el Atlante llego un número importante de empleados de la compañía Monticello Drugs y se sentaron entre los aficionados, pero pocos minutos antes del inicio del encuentro, a una señal, comenzaron a repartir productos medicinales de la compañía. El hecho llamó la atencion porque este tipo de publicidad no se había visto en México, a tal grado que la prensa recogió el hecho como una curiosidad, La Afición, por ejemplo comentó al día siguiente:
"Antes de comenzar el encuentro entre los primeros equipos del España y el Atlante numerosos empleados de la Monticello Drugs Co. repartieron entre la multitud ese maravilloso producto de la medicina moderna...

...Pero ¿Qué podríamos decir nosotros de la dinámica e inteligentísima señora Francisca Salas? Esta dama...Gerente de la Monticello Drugs se encargó personalmemente de la dirección técnica de este hit de publicidad, que señala una época nueva, un camino a seguir en todos los sistemas de propaganda llevados a cabo en la capital de la República hasta la fecha. Procedimiento que indudablemente habrán de practicar las grandes empresas mexicanas si desean alcanzar el buen éxito de la señora Francisca Salas para sus negocios...".

Los diversos medios comprendieron que el fútbol avanzaba a pasos agigantados, uno de ellos, el que comenzó a tener mayor importancia entre la población por aquellos años: La radio, decidió también aprovechar lo que el fútbol cosechaba.
La radio se convirtió en un vínculo entre los aficionados y el fútbol en la década de los treinta y en la de los cuarenta. Muchos de ellos, solamente podían seguir a sus ídolos a través de este medio. En la capital y en provincia, se valían de la radio para conocer resultados al momento los domingos por la mañana, o para escuchar alguna de las esporádicas entrevistas que se hacían a los futbolístas tanto nacionales o a los extranjeros que visitaban tierras mexicanas.
Agustín González "Escopeta", Mario Fernández "Don Facundo, Alfonso Sordo Noriega, Fernando Marcos y Julio Sotelo "As", fueron algunos de los grandes cronistas de la radio que alegraban los corazones de los aficionados que gustosos esperaban la transmisión del partido de fútbol.

Las voces, las reseñas tan particulares, daban un matiz diferente al encuentro, tornándolo en diversas ocasiones muy emocionante, cuando en la propia cancha no lo era tanto.

En 1934, la radio transmitía por primera vez una eliminatoria de Copa del Mundo. "Don Facundo", con los cables que le llegaban desde Roma armaba para el aficionado de la X.E.Y.Z. los pormenores del encuentro. Los aficionados sufrieron cuando el célebre cronista daba la mala nueva de la derrota de nuestra selección a manos de los norteamericanos en la inauguración del estadio fascista. A través de la radio, supieron como Donelli, un ala cerrada de fútbol americano convertido en futbolista, clavaba cuatro goles al equipo de todos y dejaba a México sin mundial.

La final del Campeonato Nacional celebrado en 1936 en Guadalajara, era transmitida por la X.E.F.O. a la ciudad de México por quien años después sería llamado el decano de los cronistas Agustín González "Escopeta" y que en esos años apenas comenzaba. La transmisión, fue costeada por el gobernador del estado Everardo Topete pensando que el D.F. sería apabullado por Jalisco y quería que todo México se enterara. Al final, un rotundo 4-1 sobre los locales, llenaba de algarabía a los aficionados del Distrito Federal.

En 1937, la X.E.W. transmitía los "Conciertos de la cerveza Marca Monterrey, tipo Lager" los martes, jueves y sábado de 11:00 a 11:45 de la noche dirigidos por el gran Alfonso Sordo Noriega. Uno de los programas con mayor audiencia fue el del jueves 11 de marzo, en el que el invitado especial fue el defensa Carlos Laviada. El teléfono ericcson no dejó de sonar antes, durante y después del programa. Afuera de la estación, los aficionados permanecían en centenares esperando ver de cerca al recio defensa mexicano que acababa de llegar de España, en donde había jugado dos años con el Oviedo.

La radio creció tanto en importancia dentro del fútbol, que los equipos de la entonces Liga Mayor hoy llamada Primera División decidieron en 1939 que esta era la culpable de que los aficionados asistieran cada vez en menor número a los estadios.

Consideraban que transmitir los juegos perjudicaba sus intereses. Al parecer, los aficionados encontraban demasiado sabrosas las sabanas los domingos y preferían escuchar al pintoresco "Escopeta", al gritón Sotelo o al audaz Sordo Noriega que asistir al campo de juego que, para muchos, representaba un viaje de hasta dos horas por la distancia que tenían que recorrer. La radio -es cierto- había logrado un gran negocio con el fútbol, pero también contribuyó para acrecentar el número de aficionados al deporte de las patadas.

La Liga Mayor, reglamentó entonces la transmisión de juegos. Antes cada estación podía mandar su propio locutor y reseñar un partido que uno podía escuchar en la estación que deseara con su cronista favorito.

A partir de este año, la estación que pagara más es la que podía transmitir, además de que la propia Liga decidía si el partido se transmitía o no de acuerdo a la venta de boletos.

Como para toda regla existe una excepción, en 1940, la X.E.B. y su radio locutor exclusivo Julio Sotelo marcarían una pauta al elaborar un noticiero meramente futbolístico que transmitía noticias de este deporte en cápsulas de quince minutos tres o cuatro veces a la semana. Es así como se trataba de mantener un informe constante inclusive a la hora de los partidos. Un enviado por Julio Sotelo asistía al estadio y cada determinado tiempo, asomaba la cabeza por la barda para indicar al gran Sotelo como iba desarrollándose el encuentro. Así, sin micrófonos en la cancha y sin contravenir las órdenes de la Liga Mayor, y sin pagar un solo centavo, Sotelo –quien trasmitía desde un coche estacionado afuera del inmueble- informaba con toda oportunidad del desarrollo del encuentro.

Inclusive, se escuchaba el grito de gol de los aficionados que estaban a tan solo algunos metros de distancia dentro del campo.

Durante los años 40’, con la entrada de la provincia al concierto futbolístico, la radio se hizo imprescindible para llevar al creciente público las incidencias de su deporte favorito. La Liga Mayor había encontrado el negocio de su vida, recibiendo dos grandes partidas en cada encuentro; una por concepto de entradas, la otra por el derecho de transmisión. Solo superaría su auge años después, con la entrada de la televisión...

Hoy en día, encontramos decenas de canales que transmiten partidos de fútbol, ya sea por los abiertos o los de cable, podemos acceder a partidos de prácticamente las mejores ligas a nivel mundial.
Actualmente, es de lo más común escuchar de los contratos millonarios que se manejan en la transmisión de los partidos, pero hacia la primera mitad del siglo XX, en los albores de la televisión mexicana, esto era más que impensable. El futbol era visto como un deporte con una cauda creciente de seguidores, pero se desestimaba como un negocio.

Fue en 1956, cuando en México se llevó acabo el II Torneo Panamericano de Futbol, que cuatro años atrás se había jugado en Chile. Era el primer torneo internacional oficial de magnitud que organizaría nuestro país del 26 de febrero al 17 de marzo de aquel año.

Escuadras como la de Brasil, Argentina, Chile y Perú llegaban con lo mejor de su futbol sudamericano. México, los recibía con la ilusión de hacer un buen papel en casa con hombres como Jaime "Tubo" Gómez, Alfonso Portugal, Raúl Cárdenas y Pedro Nájera, Alfredo del Aguila, José "Chepe" Naranjo, Carlos Calderón de la Barca, Antonio Jasso, Salvador Reyes y por supuesto el incansable héroe de mil batallas Horacio Casarín.

El primer partido en disputa fue un México-Costa Rica y aquí se dió un hecho sin precedentes. El estadio de C.U. -entonces el mayor escenario en México- se abarrotó al máximo. A las afueras del inmueble más de ¡40,000 personas sin boleto¡ pretendían entrar y presenciar el partido y las autoridades fueron insuficientes para contener los ríos de gente que empujaban y se colgaban de las bardas causando un sinnúmero de lesionados. Los siguientes partidos no difirieron de este, miles de espectadores clamaban por un boleto, pero todos los de la serie estaban agotados.

Era tal el furor causado que el Departamento del Distrito Federal a través de la Oficina de Espectáculos Públicos pidió a telesistemas de México (hoy Televisa) que transmitiera los encuentros. Los directivos se encontraban renuentes; era algo que nunca se había hecho, pero aceptaron al ver que era incontrolable el número de aficionados.

Por primera vez en México el futbol se vería y escucharía a través de un aparato de televisión. ¡El éxito fue inmediato! Se alcanzaron los raitings más altos hasta entonces y en cada encuentro los mismos aumentaban.

Emilio Azcárraga Milmo, el magnáte televisivo sin salir de su sorpresa y dilucidando el potencial que tenía en sus manos adquirió tres años después al equipo más importante de la capital y uno de los de mayor número de seguidores en el país: El América.

Llenó entonces los espacios televisivos de fútbol, hizo al América a través de los medios al equipo más odioso, pero el que mejor vende.

A partir de entonces, la transmisión de los partidos de la liga nacional se ha convertido en uno de los negocios más exitosos de México...
Hoy en día, los medios se han apoderado del bello deporte que es el fútbol. Sabemos que el partido se programa en el horario que a la televisión convenga. Si no cuentas con televisión restringida, no puedes acceder a muchos encuentros, sobre todo los clásicos locales, como el Chivas-Atlas en Jalisco o el Tigres-Monterrey en la Sultana del Norte.
Ya sea por periódicos y revistas, radio, televisión y en los últimos años por internet, la manera de ver al fútbol ha cambiado, lo que no ha cambiado es la pasión que genera y que nos tiene hoy aquí, para hablar de este bello deporte que es el fútbol…

LAS MENTIRAS DE AGUIRRE

Los mexicanos somos muy dados a espantarnos de las verdades. Javier "El Vasco" Aguirre comentó para una de las cadenas más importantes del Viejo Continente que México estaba jodido, hablando de las condiciones para vivir, la inseguridad y un sin número de verdades que ofendieron a muchos mexicanos.

Tal vez la forma no fue la adecuada, dicen que hay que decir lo que se piensa, pero primero pensar lo que se dice, sin embargo, yo por mi parte aplaudo que alguien diga la verdad y que no quiera tapar el sol con un dedo. No podemos ocultar todo lo que pasa en este país y en lo personal considero que en los últimos 200 años de historia -ahora que estamos festejando el bicentenario- los momentos más trágicos de esa historia no son ni la Revolución ni la Guerra Cristera o la lucha intestina ante la búsqueda de Independencia. ¡No! Lo verdaderamente trágico son estos últimos 80 años (70 del PRI y 10 del PAN) en los que los mexicanos en pobreza extrema se cuentan por millones y las muertes violentas igual.

Con estos gobiernos postrevolucionarios, verdaderamente estamos JODIDOS.

Cabe preguntar ¿Qué festejamos en el famoso bicentenario? Tendríamos que dilapidar fuertes cantidades en festejos o deberíamos aspirar a mejorar como nación, como sociedad, como mexicanos...